La victoria de los Toros del Norte 1-0 ante el Team Florense era “obligatoria”. Tras las resultados de la primera jornada de la Segunda Vuelta estábamos fuera de zona de clasificación. Para regresar había que ganar, y se ganó.
El partido fue bueno. Los dos equipos buscaron la victoria a su manera. Jafet sabía que en “Coloso de San Martín”, en la casa del Campeón, no sería fácil. Apostó a la velocidad, al desdoble rápido en la transición defensa-ataque como arma para buscar su gol. El equipo local utilizó como su principal recurso el pase medido, la entrega justa al pie, la habilidad para comandar las bandas con Cordero y Chirino.
El primer tiempo ninguno obtuvo los resultados deseados. San Carlos “profetizó” con un cabezazo de Saborío que pasó de lado. Herediano falló una clara con Leitón en el marco sur.
En el segundo tiempo, en escasos 38 segundos, Saborío tocó la “gloria” anunciada en el primero. La jugada del gol merece repasarse muchas veces. Todo salió perfecto. Si se hubiera planeado no habría salido tan bien. «Gol de camerino»- dirían algunos.
Después, todavía el campeón mantuvo el control hasta que Herediano se decidió a jugarse “el todo por el todo”. El ingreso del mexicano Arce, Neftalí Rodríguez y Jendrick Ruiz fueron un peso muy alto para las disminuidas fuerzas de los Toros. Pero, aún así, su trabajo de control defensivo fue extraordinario.
Los florenses escucharon el pitazo final con el sinsabor de una nueva derrota en Ciudad Quesada. El espíritu de libertad que genera una victoria, se quedó con los de casa. Los rojiamarillos solo pudieron celebrarla con los 198 años de la independencia nacional.
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