«Ellos saben que tienen que ser profesionales, desde que llegan, todas las categorías…U-17 y U-20 principalmente…El cuido personal independientemente de…todos tienen que ser ejemplo…»
Carlos Acosta, Coordinador de Ligas Menores Asociación Deportiva San Carlos
La frase anterior la expresaba El Capi en el capítulo anterior. De inmediato tuvo que surgir la pregunta: ¿Has tenido que hablarle a algunos jóvenes en un plano correccional a partir de la experiencia como jugador, como capitán de la A.D.S.C?
La respuesta llegó sin dudas. -«Claro que sí, claro que sí». – Su voz, como él mismo dice es la de un hombre de bajo perfil. Eso sí, denota la seguridad que dan cientos y cientos de horas acumuladas; la seguridad de haber peleado y ganado, decenas y decenas de batallas dentro de un rectángulo de juego. Es la voz que nadie te regala. Se gana en toda actividad de la vida con el pasar de los años. Quizás pueda resumirse en la palabra experiencia. Y esa,….nadie la vende.
El liderazgo por naturaleza
Carlos Acosta explica que habla con los muchachos no porque sea su trabajo. Es un asunto de su misma «naturaleza». Señala que detecta cuando un muchacho tiene alguna situación y de inmediato actúa. Sube su tono en la voz, cuando habla de ayudar a los muchachos. Denota satisfacción en las frases que dan vida a sus ideas, esas ideas que muchísimas veces, también utilizó dentro del campo de juego para hablar a sus compañeros y cambiar el rumbo a un partido.
El Capi habla de aportar a los jóvenes «lo que la vida me dio». Y ahí, surge la palabra que mencionábamos allá atrás. Experiencia. Así de sencilla, de absorbente, casi transparente. Por eso, se puede detectar que no o es un tema de gritar o regañar al jugador, al compañero, al pupilo. Más bien se trata de ser un guía, de ser un líder, de tener la autoridad que no le han regalado, de tener la autoridad que se ha ganado.
¿Y que tal con los padres de familia?
Tenemos conocimiento de lo que muchas veces pasa en las Ligas Menores. Los padres de familia, por diferentes razones, y aunque muchas de ellas sean con buena voluntad, asumen funciones que no les competen. Y afectan a sus hijos. Por eso, también debemos conocer si el responsable de una división tan importante de un club de fútbol, está claro en que debe trabajar un poco más allá, y a veces, descubrir si en la familia del muchacho algo le está limitando su crecimiento.
¿Ha tenido que trabajar con padres de familia? – le preguntamos directamente. -Sí, lo he tenido que hacer-, responde con determinación. Y luego explica que entre las partes más difíciles está el lidiar con los padres de familia. Es entendible. Acosta estará muy familiarizado con el pensamiento de un futbolista. Al fin, joven o consolidado, es un colega. Con los padres es otra historia, pero El Capi la asume con igual determinación.
Se ampara en el diálogo, en el convencimiento de que las decisiones que se toman son por el bien del jugador. No hay ninguna intención de equivocarse, aunque no se está excepto de eso. Lo que sí resulta irrefutable, es que en este departamento de la Asociación Deportiva San Carlos, «lo más importante es el deportista»
