Jicaral Sercoba derrotó 2-1 al Municipal Pérez Zeledón en partido de la penúltima jornada de la Liga Promérica realizado la tarde de ese miércoles 11 de mayo. El encuentro tuvo lugar en el estadio de la Asociación Cívica Jicaraleña.
La victoria deja a los de la Península a 3 puntos de Guanacasteca. Ahora deberán esperar el resultado de la noche de los nicoyanos ante el Club Sport Cartaginés, para saber hasta donde les rinde «la cuerda».
No importa, sobre tiempo
¡Qué va a importar cuando te juegas tanto!
Corría el minuto 46 (1 de alargue en la primera parte) cuando se produjo la primera anotación del equipo local. Samuel Román recibió la pelota ingresando al área por la izquierda, se acomodó el balón y remató potente para vencer a Delgado.
Faltaba mucho partido. El encuentro no era de gran calidad, pero en las circunstancias conocidas, poco se puede pretender. Los puntos y los goles determinarán quien se queda y quien se va.
Sin derecho al error
Así se juega cuando los puntos y los goles son tu única salvación. La tabla habla sin elegancia. Cruel y directa: fría como las matemáticas.
El segundo gol llegó sobre los 70 minutos del partido. Llegó tras un lanzamiento de tiro libre desde el borde del área grande, pero cerca de línea de fondo sobre el sector derecho del ataque jicaraleño. Johan Bonilla cobro con curva hacia adentro y sobre el segundo poste cerró Esteban Cano. Su remate llevaba esperanza.
Sí, por no morir sin confirmación «médica», que en esta metáfora serían las opciones matemáticas.
Era el 2-0 y Jicaral «sabe jugar» en su cancha. No es fácil sacarse dos goles enla cancha de Asociación Cívica Jicaraleña.
El gol de la angustia
Fue sobre el minuto 80 de juego. Luis Carlos Barrantes hizo una diagonal con balón conducido hasta línea de fondo para sacar un centro que terminó con un remate de cabeza. Rechazó el portero Johnny Álvarez y el rebote lo devolvió Henrique Moura a manera de remate. Un ligero roce de Joshua Navarro terminó de enviar el balón al fondo del marco de Álvarez.
Sobre los 84 minutos, Navarro tuvo un cara a cara con el portero jicaraleño y la envió por encima. Estaba a escasos metros del marco peninsular.
Un gol más de Pérez Zeledón significaba cerrar la página y no abrirla más. Era comprar el boleto sin derecho a devolución y abierto el camino para un viaje directo a la Liga de Ascenso.
Fue angustioso, pero Jicaral ganó. Aún es de primera.