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El «motorcito» que impulsa a juvenil portera sancarleña

Sentí la emoción de la ternura recorrer mi ser cuando leí lo que me escribió Andrea. Le preguntaba por sus tres días en el micro ciclo de la Sele Sub 20. Entonces aquello que nos satisface y enorgullece, pasó a un segundo plano. ¡Cómo no sentir palpitar el corazón con esto! Él no camina aún.

Y comenzamos por ahí porque me impactó esa parte. Sin embargo, para ser fiel a la verdad, ella no habla de un motor, habla de dos fuerzas que impulsan su naciente carrera, dos bastiones que la sostienen en todo momento para no desistir en una idea. Una idea a la cual la «lanzaron» un día.

«De hecho tengo 2 «motores» como me gusta llamarlos»

Andrea Benavides Zúñiga

Eso fue lo que me dijo. Luego me explicó que «una es mi hermana Paula, ella nunca se ha perdido un solo partido mío, a donde yo vaya, ella me acompaña y me apoya. De hecho, ella me ayudó a convencer a mis papás de dejarme entrar al equipo de San Carlos».

Expresa su agradecimiento a sus padres Mauricio Benavides y Sandra Zúñiga. «Al inicio mis papás casi no les gustaba la idea de que jugara fútbol, pero con el tiempo se fueron acostumbrando. Yo les agradezco muchos a mis padres», agrega.

El primo Felipe

Andrea, con quien solo nos hemos comunicado virtualmente, transparenta en sus palabras gran personalidad. Su verbo es gentil pero denota seguridad. Responde en forma amable a nuestras preguntas y percibimos la franqueza en lo que nos cuenta.

Y volvemos al tema de sus «motores». Nos cuenta sobre Felipe su primo. Nos relata que él tiene una discapacidad que hasta la fecha le impide caminar.

La presencia de Felipe en los estadios es inspiración para Andrea. También lo será para quienes de ahora en adelante lo incluiremos en nuestras oraciones para que logre el objetivo con el cual este «pequeño ángel» sueña. (fotos cortesía de los padres de Felipe)

«Y el otro motor es mi primo Felipe. Tiene una discapacidad que aún no le permite caminar, él me motiva a luchar y a nunca rendirme. Es un niño increíble que me ha ayudado a levantarme de momentos difíciles y yo a él. Es un niño muy luchador. A pesar de su discapacidad, él dice que va a ser portero como yo, que va a caminar para jugar conmigo».

Esto es un copiar y pegar textual de la conversación con Andrea. Para no alterar la realidad.

Entonces me dice que tiene unas fotografías. Y al verlas, vuelve una «pequeña llovizna a mis ojos». Es la presencia misma de esa sensación que solo puede inspirar el amor. Y es fácil comprender por que se ha convertido en el impulso para la juvenil portera sancarleña. Ella terminó hoy con el primer microciclo al cual fue convocada.

El papá Frank

«Para mí el profe Frank es como mi segundo papá. Él me dio un espacio en su academia de porteros, me dio grandes oportunidades, me ha hecho crecer como portera pero también como persona». Así resume Andrea su sentir sobre el profesor Frank Carrillo Méndez y sobre la capacitación y las enseñanzas de vida que le da mientras trabajan.

Andrea recuerda que las primeras veces que venía a entrenar con el equipo de San Carlos, no le gustaba mucho porque «casi no hablaba con nadie, pero con el tiempo fui haciendo amistades en el camerino». Como ya hemos contado ella es oriunda de La Marina de La Palmera.

Carácter fuerte

El inicio de la carrera de Andrea se remonta 7 años atrás. Tenía 11 años. En la escuela no había portera para el equipo y el profesor de Educación Física vio en ella condiciones para el puesto. Habló con la mamá, pero esta al principio dijo que no, porque le daba temor que por el carácter fuerte de Andrea, se peleara con otros niños cuando le hicieran goles.

Agrega que «mi profesor insistió y al final ella aceptó». Ahí encendió la llama. Luego una amiga la invitó a venir al equipo de San Carlos y la oportunidad le llegó bajo las órdenes de Norman Fabián Salas. Hoy es una de las guardametas del equipo de norteño que se prepara para Juegos Deportivos Nacionales y para el campeonato de Segunda División.

La Casa del Profe

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