Las palabras ya no salen…sus cuerdas vocales han dejado de vibrar…Eso sí, otra melodía sale de sus ojos…una que la produce una alegría inmensa…una que moja la tierra…
Sebastián, Alejandro y Ariana Acuña Murillo son tres hermanos que comparten una misma pasión: el amor por el deporte. El primero, es jugador de la Asociación Deportiva San Carlos; el segundo, acaba de culminar una participación brillante en Halterofilia en los Juegos Deportivos Nacionales y ella, practica la natación aunque, hasta hace poco tiempo, entrena con mayor intensidad. Eso sí, ya tuvo su experiencia en Juegos Nacionales.
Y sí, existe competencia en esa familia, pero competencia por la superación personal, por vencer los obstáculos, por apoyarse unos a otros, por demostrar por medio del deporte que la disciplina y la constancia son caminos por donde se debe transitar para alcanzar el éxito. Ellos comparten un modelo de vida inducido por sus padres Leonardo Acuña Cárdenas y Jéssica Murillo Arroyo.
Ella, la madre, se desborda en amor por su familia, por sus hijos. (Lo veremos adelante) . Habla de cómo, junto a su esposo, han influido en ellos, sin embargo, tiene muy claro que la decisión final, el límite a los anhelos de sus hijos, solo se puede encontrar en su interior.
Esta es una cronología de esperanza.
3 medallas en Juegos Nacionales
Tres años y medio de trabajo duro, de entrenamiento durante al menos 2 horas diarias, han llevado a Alejandro a sumar 3 medallas de oro en Juegos Deportivos Nacionales…
Este chico de 17 años recién cumplidos en octubre, trabaja bajo la guía y supervisión de Henry Miranda en el Box Norterra Fitness. Cuenta que ingresó a esta disciplina, quizás para muchos desconocida, después de observar a varios familiares para quienes el levantamiento de pesas ha sido parte de su actividad habitual. Además dice que al principio, cuando no tenía idea de que era esa disciplina, le llamó la atención el nombre.
Afirma que probó con otros deportes más tradicionales como el ´futbol o la natación, pero ninguna le cautivó como sí logró hacerlo la Halterofilia. Él tiene claro que por ser un deporte poco conocido, el apoyo que recibe es limitado. A lo sumo reciben los trajes de competencia y algunas camisetas de presentación.
Según manifiesta Alejandro, es un deporte que podría crecer muchas más.
«Se requiere que den un poco más de dinero para poder tener los objetos para poder entrenar de la mejor manera y con más actitud. Además que hayan más competencias a nivel nacional»
Para este joven deportista, la halterofilia es una disciplina que «si se practica con buena técnica, nunca a va tener una lesión o algún problema de salud».
Una parada en el fútbol
Sebastián, el mayor ha pasado por diferentes divisiones menores de la Asociación Deportiva San Carlos, y fue uno de los elegidos por el cuerpo técnico y el staff de entrenadores sancarleños para comenzar la temporada 2021. El destino le tenía «una jugada» inesperada.
Una lesión en una rodilla lo llevó al quirófano y le arrebató cualquier posibilidad de participar en el torneo que recién termina. Ahora pone su mirada en regresar a la cancha para buscar el nivel que le permita luchar por un puesto en el equipo.
Eso sí, para esto necesitará también la disciplina. Respetar las indicaciones profesionales que le dicen que posiblemente podrá ser dado de alta hasta dentro de 2 meses. Es decir, para febrero 2022. Y ahí…a comenzar a remar contra corriente…porque ya el equipo estará en competencia y se necesitará un esfuerzo supremo para regresar a la Primera División donde ya ha tenido participación.
El agua la cautivó
Ariana comenzó a ser sumergida en el agua desde muy pequeña. Sí, literal. Tal y cual lo decimos nosotros, nos lo contó doña Jessica.
«Ella aprendió a nadar muy pequeñita. Yo la llevaba a clases de natación y recuerdo que no le gustaba: -Mami, no quiero ir, me decía-. Sin embargo, la llevaba porque como yo fui nadadora y Leo, mi esposo también, y queríamos inculcarle esa pasión.
Ella tiene 15 años y cerca de dos años de participar en entrenamientos y le ha ido bien. Ariana se motivó a entrar en el proceso competitivo con el afán de poder participar en los Juegos Nacionales. Estuvo en voleibol y en gimnasia, entre otros deportes, y finalmente se decidió por este. Su mamá señala que ellos la motivaron a que practicara un deporte individual, donde se pudieran asumir retos personales y superarlos.
Actualmente entrena de lunes a sábado, dos horas a la semana. Y hay 3 días a la semana que deben hacer doble sesión y para ello entrenan en la madrugada.
El ejemplo y el apoyo
¿Cómo han hecho para lograr que ellos, los 3, estén inmersos en el deporte? Así fue la consulta y la respuesta, la veíamos venir. Posiblemente, todos podríamos decir que esa, era una pregunta retórica.
«Yo creo que es a través del ejemplo. Ellos tienen padres deportistas. Los dos, además de practicar natación, siempre hemos hecho algo. Y además, siempre hemos apoyado el deseo que manifiestan de incursionar en algún deporte. De hecho, ellos han practicado varios»
Agrega que en el caso de la Halterofilia que practica Alejandro, a veces le da miedo por los pesos que él levanta, pero siempre están de su lado. Añade doña Jéssica, que para despertar el interés de los hijos por el deporte, también es muy importante incentivarlos desde muy pequeños para que ellos descubran la actividad que más le agrade y así, se les vaya formando una disciplina y una pasión hacia el deporte.
La señora Murillo considera muy importante, eso sí, que el periodo de exploración también sea «reglamentado». Es decir, que pueda permanecer durante un periodo determinado en la actividad que se elija, hasta que el muchacho esté convencido donde se siente mejor.
Deuda con el deporte
«Gracias al deporte tenemos hijos disciplinados. Ha sido una herramienta para formar el coraje, la persistencia, los deseos de seguir adelante. Es motivación, les ayuda a plantearse metas. Los ha convertido en personas de bien. Ellos tienen muy claro cuales son sus metas y han aprendido que luchando siempre en forma constante se pueden alcanzar metas».
Doña Jéssica expresa con emoción, el orgullo que siente por el tipo de personas que son sus hijos. Y mientras se le quiebra la voz, expresa sin reparos sus sentimientos de madre.
«El corazón se me hincha cada vez que los nombro, es inevitable sentir el corazón lleno de orgullo, de inmenso agradecimiento con Dios, y por ellos mismos, por darme tantas alegrías. Estoy súper orgullosa de ellos».
Y deja de hablar. Las palabras ya no salen…sus cuerdas vocales han dejado de vibrar…Eso sí, otra melodía sale de sus ojos…una que la produce una alegría inmensa…una que moja la tierra en un soleado diciembre.