«Todo empezó un viernes hace quizás 6 meses, antes de un entrenamiento, cuando me di cuenta que 2 de nuestras 3 colocadoras estaban lesionadas. Ese día hablé con doña Sandra Umaña y le ofrecí mi ayuda, en caso de que la necesitara. Ese mismo viernes entrené por primera vez y el domingo, de ese mismo fin de semana, teníamos un partido en San José. Ahí debuté en el puesto»
Así comienza la historia de esta jovencita de 15 años recién cumplidos: Sheyla Álvarez. No recuerda con exactitud la fecha en que llegó a ASOVOL, pero sabe que está ahí desde los 6 años. Ya son 9 de formar parte de «esa familia» como ella misma la define.
Es como si la vida misma supiera que un día, se ocuparía «una manita» extra y ahí estaba ella diciendo: «Aquí estoy yo».
Objetivo claro
El sexteto sancarleño disputará el próximo sábado 6 de noviembre, la semifinal de los Juegos Deportivos Nacionales ante el cantón central de la provincia de San José. El duelo será a las 8 a.m.
Álvarez considera que ellas están preparadas para darle pelea San José y buscar la clasificación para ir por el oro.
«Confío muchísimo en nuestro equipo. Sé que si seguimos trabajando juntas como lo hemos venido haciendo, somos capaces de muchas cosas. Hemos trabajado muy duro desde hace mucho tiempo y estamos a tan solo unos pasitos de nuestra meta»
La colocadora sancarleña justificó su sentir en el trabajo y la disciplina que han puesto en busca de su objetivo
«No ha sido solo mérito nuestro. Con nosotras, desde un principio ha estado Sandra aplaudiéndonos lo bueno y corrigiéndonos lo malo. Sin ella y sin su confianza, no habríamos llegado a donde estamos. Igual la junta de ASOVOL tiene un papel importante. Siempre corriendo para que no nos falte nada, transporte, gimnasio para entrenar, y principalmente, la confianza y el apoyo que le han dado al equipo; y por supuesto, los padres que han demostrado su apoyo y confianza»
Organización y disciplina
Esta joven, vecina de Gamonales de Ciudad Quesada, tiene una rutina diaria que demuestra la organización a que obliga la vida, para quienes luchan por convertir sus sueños en realidades.
«Mi día a día se basa en ayudarle a mis papás con las labores del hogar e ir al colegio. Los días que tengo entrenamiento son usualmente después de las 5 p.m. Llego a mi casa por ahí de las 8 p.m. y alisto mis cosas para el día siguiente y ahí… vuelve la rutina, aunque ciertamente mis días varían y no siempre son iguales»
Ella vive con sus papás y tiene un hermano de 4 años. Afirma que su familia siempre la ha apoyado mucho en todas las metas que se ha propuesto y que se propone día con día.
Para Sheila, ASOVOL es una familia muy grande. Ella dice sentirse «muy feliz y afortunada» de formar parte de esa Asociación y del equipo de Juegos Nacionales.
Deporte: valores
«Asovol más que una simple asociación, ya es mi segunda familia, que no solo enseña sobre este deporte sino también como ser grandes personas en la vida, inculcándonos valores».
Afirma Álvarez.
Ella también tiene claro que el deporte es una fuente de equilibrio para todas las personas.
«Para mí, el deporte es increíblemente bueno en todos los aspectos. Me ha ayudado con mi madurez mental, en como afronto los retos o como actuar en situaciones desesperantes. Me ha ayudado a ser disciplinada y responsable, a acomodar mi tiempo, y tener claras mis prioridades»
En estos 9 años dice haber tenido cantidad de compañeras y ha logrado buenas relaciones con todas. Ha vivido junto a ellas cantidad de anécdotas, de aventuras y las lindas experiencias han sido muchas. «Cada fin de semana y que nos montamos a una buseta es una nueva locura juntas que recordaremos siempre», dice con alegría.
Una llave maestra
La jugadora sancarleña cree que por medio de esta herramienta podrá abrirse muchas oportunidades.
«A mí cualquier deporte me gusta, pero al voleibol le he tomado un amor y cariño inmenso. Se ha vuelto parte de mi día a día y actualmente, es lo que más me gusta hacer».
Esta quinceañera, estudiante de noveno año del Colegio Técnico Agro Industrial de San Carlos, COTAI, ve en el deporte no solo una pasión por las emociones que transmite, sino más bien, una llave capaz de abrir «desconocidas puertas».
«El deporte es algo importante y muy lindo que todos los jóvenes deberían practicar; y sé que más adelante puede abrirme muchas puertas en el estudio, y que si sigo esforzándome, vendrán muchas oportunidades. El deporte nos hace mejores personas, nos aleja de los vicios y malos pasos y, si encuentras uno te gusta y eres bueno, no querrás dejar de practicarlo»
Ella reconoce que asumir la posición de colocadora, la cual no le era habitual, ha sido difícil. Cuenta que ha tenido que trabajar por aparte, horas extras para «perfeccionar lo que más se le dificulta». Agrega que sus padres le han inculcado siempre que no importa que tan difíciles sean las circunstancias, con trabajo fuerte se puede lograr.
Ella cuenta con el respaldo de su entrenadora Sandra Umaña y tiene claro que el camino apenas empieza.