El objetivo para el cuadro más ganador de nuestro fútbol, siempre es y será el mismo: alcanzar el título. A pesar de que el comportamiento durante el torneo pasado no fue tan bueno para el Saprissa, el cierre se puede considerar como espectacular, tras eliminar a su archirrival en semifinales y ganarle la final a Herediano. Ahora la mira se coloca en buscar el título 37. La continuidad de Mauricio Wright, sumado a pocas altas en su planilla, pero con la confianza puesta en la explosión de sus jóvenes figuras, son parte de las cartas moradas para revalidar el cetro.
Llegadas y salidas
Tras conseguir el título 36, el Saprissa empezó a trabajar sus renovaciones de hombres que fueron claves en el cierre del torneo. De esta manera, los morados renovaron a jugadores como Michael Barrantes, Marvin Angulo, Ricardo Blanco, David Guzmán y al juvenil Orlando Sinclair; en este último caso, el contrato no vencía este semestre, pero apostaron a la renovación de un joven talento previendo la posibilidad de ofertas de otros clubes.
En las salidas, la más significativa fue la de Esteban Espíndola. El argentino llegó procedente del fútbol hondureño con grandes expectativas, pero no las cumplió. En cuanto a las llegadas, la apuesta es por futbolistas jóvenes con experiencia como Chamorro y Espinoza. Las llegadas y salidas concretas son las siguientes:
Mauricio Wright, apuesta de carácter
El técnico Mauricio Wright llegó como un apaga-fuegos para el cierre del torneo, luego de la salida de Roy Myers, quien previamente había sustituido a Walter Centeno. El objetivo para Wright era cerrar de manera decorosa el torneo, primero logrando la clasificación y luego realizando un buen papel en la fase final. Sin embargo, no existía una exigencia por el campeonato. De hecho, el ex mundialista de Corea-Japón 2002, tenía claro que se iría después del torneo. No obstante, la obtención de la Copa 36 en el cierre del torneo, le permitió que la directiva morada decidiera apostar por su continuidad.
El carácter de Mauricio como jugador dentro de los terrenos de juego, se ha evidenciado también desde su función como entrenador. Es un tipo temperamental, pero con un discurso directo. Además, para el conjunto saprissista es un hombre forjado en su casa con lo que muchos llaman el ADN morado. Así lo demuestran sus 235 partidos con la camisa morada, con la cual debutó en el año 1991 y se mantuvo hasta 1998. De ahí, dio el salto al fútbol extranjero.
El título opaca cualquier nublado
A pesar de que en muchos momentos del torneo anterior se habló de una reestructuración dentro de la planilla morada, los resultados tras la llegada de Wright y el buen cierre del certamen, opacaron el discurso anterior. Sin embargo, lo que sí no cambia, es la apuesta de los morados por jugadores de su cantera y los refuerzos jóvenes, pero con mucha trayectoria. Aunado a ello renovaron a jugadores de experiencia de la casa, para que el crecimiento de esos jóvenes sean llevados de manera gradual.
Los morados comenzarán su lucha por revalidar el título, a partir del 28 de julio cuando enfrenten en su cancha al Santos de Guápiles.
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