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DEPORTE NACIONAL

3 mil partidos entre insultos y el soporte de una pasión

«Ya voy para 32 años de dirigir. Ingresé en 1990. Un día estaba dirigiendo un partido en Tres Esquinas de la Fortuna. Ahí estaba «Chapulín» (José Luis Paniagua qdDg.)Él me invitó a hacer el curso arbitral»

Así comenzó la carrera arbitral de Róger Evelio Varela Alvarado, «Tobobo», como lo apodan sus compañeros en la Asociación y lo llaman muchos dirigentes deportivos de la Región Norte, donde su presencia en las canchas genera respeto, pues se sabe de su «personalidad» para dirigir un partido como árbitro de fútbol.

270 mil minutos

Calculadora en mano, es fácil multiplicar 90 por 3.000 juegos que es la cantidad de juegos que aproximadamente ha dirigido Varela, para darse cuenta de la cantidad de minutos que ha corrido en centenares de canchas y estadios de Costa Rica «poniendo orden» en partidos de fútbol.

Durante ese tiempo, ¿cuántas veces le habrán «insultado a su madre»? (En realidad es una forma de decir, lo que más parece un sello «cultural» para quienes deciden convertirse en árbitros de fútbol).

¡Inimaginable! O sacamos la calculadora…. (3.000 x 5… por 50… por 600) ¿verdad que no es posible?

«Uno de los pocos problemitas que tuve, fue empezando. En Boca de Arenal…Fue tras una expulsión y unos muchachos se me quisieron enfrentar. Pero…no pasó a más. Sí he estado en partidos horribles: Recuerdo una final de LINAFA en Limón, en el Juan Gobán. Fueron Cahuita y Tournon. Muy difícil, ahí hay que «empujar duro».

Así cuenta Róger, algunos de los momentos más complicados que ha vivido a lo largo de su carrera, por lo demás, según afirma, han sido en su gran mayoría satisfacciones.

Con gran orgullo, recuerda que gracias al arbitraje ha recorrido prácticamente todo el país. Del norte hasta el sur y del mar Caribe hasta el Océano Pacífico.

En algún momento se le ofreció ingresar a la Comisión de Arbitraje de la Federación, pero rechazó el ofrecimiento, pues según afirma, él sabía que al no tener el título de bachiller, «iba a nadar contra corriente».

Solo la pasión

Es lo único que hace posible a una persona poder sostenerse en la carrera del arbitraje, según el criterio de Róger Varela.

En el cantón de San Carlos quedan pocas canchas de fútbol donde Varela no haya corrido, «siguiendo de cerca cada jugada».

«Hace poco iba a dirigir en Linda Vista de la Tesalia. Es de las pocas que no he dirigido nunca,…pero uno de los equipos no llegó». Sí hay algunas donde no, pero en la mayoría sí he estado al menos una vez»

¿Por qué ser árbitro?

«El arbitraje es algo que se trae. Tiene que gustarte. Es una pasión, una «vocación». Aquí en San Carlos he visto muchachos con un potencial enorme y no han permanecido en la Asociación. Simplemente no han sentido que esto les guste lo suficiente».

Róger recuerda que él era «muy fiebre» para jugar fútbol, pero se lesionó de una rodilla y de ahí en adelante ya no podía seguir en la disciplina. El arbitraje también le gustaba y le quedó muy bien para seguir ligado de alguna forma a este deporte.

En la actualidad es junto a Luis Gerardo Rojas Aguilar, uno de los árbitros más experimentados de la Asociación de árbitros de San Carlos.

El pasado 8 de abril le vimos dirigir un partido entre Florencia y Tsunami en el Campeonato de la Amistad, y a sus 58 años, todavía corre los 90 minutos y está habitualmente «cerca de la jugada».

Róger Varela Alvarado ha dado un gran aporte al deporte regional. ¡Es innegable! Muchos dirigentes y aficionados comunes, quizás pocas veces o nunca se detienen a pensarlo. ¿Qué pasaría sin estos «fiebres» del arbitraje?

Simple. El fútbol organizado no existiría.

La Casa del Profe

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