El sueño de miles de niños costarricenses amantes del fútbol se tejen alrededor de un balón de fútbol. El conocer esa realidad ha impulsado a muchos padres de familia del distrito de Venecia, a sumarse al proyecto de los Toros del Norte más que fútbol, y desde hace un año, se han unido a las filiales sancarleñas.
Los torneos de LINAFA han resultado una excelente opción para que los niños crezcan en la ilusión de «pensar que se viene un partido» y así, sumen alegría e ilusión a sus días.
Esfuerzo parental
La integración en cualquier proyecto humano de un grupo de trabajo por una comunidad siempre trae repercusiones. Los padres de familia de los niños venecianos las han enfrentado incluso en medio de la pandemia.
Adela Herrera Ruiz, vocera del Comité Central de Padres de Familia del distrito sancarleño, explicó que trabajan con prácticamente todas las categorías en la actualidad
«No es fácil solventar necesidades y asistir cuando hay papás con bebés, trabajo, universidad y situaciones económicas muy duras. Sin embargo, estos padres hacen hasta lo imposible por no faltar con los pequeños a los entrenamientos»
Con estos pequeños comenzó hace un año la décima división del proyecto (Foto cortesía Adela Herrera)
Explicó que en su caso conoce muy de cerca el trabajo del grupo de décima división, el cual se formó en momentos difíciles, dado la afectación de la pandemia, lo cual impedía realizar entrenamientos.
Resaltó la labor del entrenador Sidiany Espinoza, quien en forma muy profesional ha llevado el proceso
«Es estricto en cuanto a disciplina y siempre está «al pie del cañón» para apoyar a los niños y orientar a los padres»
Señala que el grupo ha logrado salir adelante porque los padres se ayudan unos a otros. Han formado un equipo para salir adelante con la categoría.
Los pequeños están muy motivados con el torneo de LINAFA. Ya han realizado 3 partidos de los cuales han ganado 1, otro fue empate y también sufrieron una derrota.
No dejarlos a la deriva
La mira de este proyecto está puesta en el acompañamiento de los niños desde muy chicos, hasta conducirlos en la dura etapa de la adolescencia y finalmente, no «abandonarlos» sino que incorporarlos en un equipo de tercera división con edades de 18 a 25 años.
Así lo explicó Pablo Jafet Espinoza Mora, otro de los impulsores de este proyecto que ya tiene más de 20 años de trabajo en el distrito de Venecia.
«Ahorita tenemos chicos desde los 6 añitos hasta los 19-20 años. Aspiramos para el próximo año incorporar un equipo a la tercera división»
Pablo Espinoza
Destacó que el proyecto se creó como una escuela de fútbol sin fines de lucro.
«Somos un grupo social en pro del desarrollo deportivo de la comunidad y el desarrollo integral de los niños. En la actualidad tenemos más de 100 niños y jóvenes. Las puertas están abiertas a más chicos de la comunidad»
Espinoza añadió que pretenden que más niños y jóvenes de la comunidad se sumen al proyecto. Según dijo la idea es ofrecer un sendero sano y seguro a los niños y jóvenes, lejos de las distracciones y «malos caminos» que existen en todas partes.
La ilusión de ser el 10 comienza desde la infancia misma (Foto cortesía Adriana Mora Fonseca)
En busca de ayuda
La realidad económica ya mencionada de muchos padres de familia, obliga a los comités a trabajar duro en busca de los recursos para subsanar los gastos que siempre existen. Desde dar mantenimiento a la cancha de Venecia donde entrenan, hasta pagar transporte, comprar uniformes y sufragar gastos de alimentación de los niños en algunos casos.
Por eso, Herrera (la vocera del grupo) lanza un «grito de auxilio» a empresas y personas del distrito en general que sientan interés por el bienestar de los niños y jóvenes de la comunidad, para que se acerquen al proyecto y puedan conocerlo y ojalá hacer sus aportes de diferentes formas, porque opciones para ayudar existen muchas.