Una derrota en cualquier área de la vida siempre dolerá. El sufrimiento será mayor o menor según lo cercano que te encuentres a quién la sufrió. Eso no va a cambiar. Lo que producirá cambio es la forma en que decidas asumirla.
Si cada vez que sufrimos un revés, queremos cambiarlo todo, imagínense. La derrota de la Asociación Deportiva San Carlos ante Cartaginés de 2 goles a 4, debe ser analizada. Lo más fácil es sumarnos a los cientos de comentarios negativos y, con todo respeto, no muy razonados, de muchas personas.
Y de una vez aclaro, que no estoy diciendo que haya que cruzar los brazos y hacernos los “tontos”. Digo que hay que ver la realidad y a partir de ella, en forma serena, sensata, adoptar decisiones. Qué el remedio no sea peor que la enfermedad.
Lo que me parece inadecuado es olvidarnos de los valores y actitudes que producen resultados positivos. La humildad para aceptar la cuota de responsabilidad de cada quién, la entrega para asumir la tarea que cada uno debemos realizar y la unión, la cual nos permita entender que cuando hablamos de fútbol, al igual que otros deportes colectivos, la solución no es individual, INDUDABLEMENTE, es colectiva.
La dirigencia debe ser sabia, muy sabia; vehemente, respetuosamente vehemente. Equilibrada, desmedidamente, equilibrada. Cuerpo técnico y jugadores necesitan kilómetros, kilómetros extra de sacrificio y determinación, para vencer a la mente cuando esta muestre señales de querer “agotarse”. La afición debe ser solidaria, “santamente” solidaria hasta el punto de que su FE le permita recordar siempre que hasta lo que parece imposible, se puede lograr. Ya lo hemos hecho.
La prensa…la prensa será lo que siempre ha sido.
Creo que nos queda un camino. O levantamos al hermano caído y caminamos con él hasta enrumbarnos de nuevo por el camino de la victoria o lloramos un rato y luego, abandonamos al doliente, y volvemos a sonreír cobardemente…pero en la acera de enfrente.
Lic. Marvin Méndez Morales