Marco Mena es uno de nuestros referentes. Con él en la cancha tenemos un termómetro que hace subir la presión hacia el rival, la entrega por nuestra camisa, la sed de victoria. Sus veloces arremetidas resultan letales para el rival.
En el partido contra Guadalupe nos recordó todas esas características con su gol. La forma como va con absoluta determinación a “atacar la pelota”, posibilitó que lograra conectar un valor muy difícil de direccionar hacia la portería rival. Llegó el gol que ansiaba el equipo y la afición, para regresar por la senda de la victoria cuando el camino se teñía con una momentánea derrota, la cual había comenzado a disipar el joven Rachid Chirino.
El equipo está trabajando bien, dice Marco. La competencia es muy dura. Todos quieren jugar y se esfuerzan en el día a día por tener su espacio en el 11 estelar. Esa franca disputa está generando los frutos esperados. “Estamos haciendo nuestra parte” a pesar de que llevamos dos torneos al mismo tiempo. De igual manera, ante nuestra consulta sobre el estadio un poco vacío, nos dice que espera verlo lleno nuevamente, porque el aporte de la afición es vital para el crecimiento deportivo del plantel.