El Santos de Guápiles Club Sport Cartaginés en el cierre de la jornada 8 de la Liga Promérica. El encuentro se realizó en el estadio Ebal Rodríguez en Guápiles la noche de este domingo 27 de noviembre. Con este resultado, los brumosos alcanzan su punto 15, misma cantidad que el líder Alajuelense, que les supera por diferencia de gol.
La primera parte registró 3 anotaciones. En la segunda, un grave error defensivo de los locales, terminó de «sepultar» las ilusiones de puntuar de los santistas, quienes siguen sumidos en una realidad de grave carencia de resultados.
Golazo para empezar
El autor fue Jeikel Venegas. Willian Quirós lo asistió en la jugada. No había mucho tiempo para «acomodarse». Casi cayéndose, remató de pierna derecha y el balón se fue a colocar sobre el ángulo superior derecho de Daniel Cambronero.
En la primera parte, el equipo brumoso fue superior en el juego. El efectivo accionar de los pupilos de Geiner Segura era comandado por Luis Ronaldo Araya, pero también por el buen juego colectivo,
A pesar de ello, a los 35 minutos llegó el empate santista. Isaac Salas consiguió un remate desde media distancia, y Víctor Murillo desvió el balón en el intento por rechazar, dejando sin posibilidad al guardameta Briceño.
Los dos equipos buscaban a su manera, llegar con opciones al área rival. Se le hizo a los visitantes otra vez. Ya sobre tiempo, un centro de Ronald Mauricio Montero fue enderezado de cabeza por Luis Ronaldo Araya para marcar el segundo gol brumoso. La acción fue observada de cerca por Juan Diego Madrigal y Pablo Arboine.
Con el 1-2 se fueron los equipos al descanso. Era evidente el malestar del técnico Erick Rodríguez.
Respuesta o consolidación
Una de las dos opciones esperábamos para la segunda parte.
Jeikel Venegas aprovechó un grupo error de comunicación entre Albin Bennett y Daniel Cambronero. Una devolución corta fue aprovechada por el delantero blanquiazul para rematar suave y pasar el balón entre las piernas del portero santista.
Lo que seguiría era de suponer. Con un 3-1 en condición de visitante, lo más lógico era esperar un partido de «control» brumoso y un Santos más lanzado a buscar anotaciones. Más o menos eso ocurrió.
El partido se volvió de trámite discreto y el pitazo final confirmó la suposición. La ciudad de Cartago respira motivación.