La Selección Nacional de fútbol de Costa Rica cayó 2-1 ante Estados Unidos en Ohio. La pelota fue de Estados Unidos, es cierto, pero para que llegaran los goles del equipo norteamericano necesitó de errores puntuales de los costarricenses.
Para el primero, una marca que rosó en la timidez, cuando Ronald Matarrita no atacó la pelota y permitió a Sergiño Dest colocar el balón con pierna izquierda en ángulo superior derecho de Navas.
La segunda…¡Aaayyy, la segunda! Infortunio para el autor del primer gol. Y la culminó Moreira. Lo vimos todos. Y como diría el «Perro» Bermúdez. ¡La platicamos todos!
No hace falta decirlo…
La sonrisa al abrir la puerta
El inicio del partido no podía ser mejor para la Sele Tica. Apenas habían avanzado los primeros 100 segundos de acción y ya Fuller había generado el grito colectivo que atravesó 51.000 kilómetros cuadrados.
La acción de taquito de Bryan Ruiz, de esas providenciales del fútbol, que igual suman o igual pueden restar, acabó con una brillante descolgada de Matarrita para meter la pelota al área y provocar posteriormente, el remate que alguna vez en lo más reciente o en lo más lejano de sus sueños de niño, haya tenido Keysher. Anotar un gol con la camiseta de tu país en tierra ajena.
Era el 0-1. Y lo sabíamos. Como en momentos amenazantes de las subidas de adrenalina que enardecen, para la euforia o para la furia. ¡Esto no se va a quedar así!
Velocidad y piernas
Ellos comenzaron la presión. Por las bandas, siempre por las bandas para llegar al final y habilitar con transiciones veloces, la «metralla» dentro del área. La ubicación de Bryan como volante sobre la izquierda, suponía un reto enorme para el Capi nacional. Velocidad pura por ahí.
Sabían que las piernas jóvenes, acabarían por minar la fuerza del sacrificio en lo físico y en la barra de la fuerza emocional de la Sele. A pesar de eso, en 11 minutos de la inicial, Estados Unidos no había podido acertar con un remate a marco director.
Eso si, los cierres oportunos de Blanco y Calvo, nos habían salvado de posibles remates letales dentro del área Nacional.
A los 25 minutos llegó el gol del empate. El balón cruzó de izquieda a derecha para que Musa sirviera a Sergiño Dest quien enganchó sobre su pierna izquierda y remató colocando el esférico en el ángulo derecho del arco de Keylor Navas.
Faltó fuerza en la marca. Quizás, un poco más de malicia.
Sorpresa mayor
La variante en el portero costarricense Keylor Navas no era un nimio asunto. El guardameta se resintió en el descanso y su lugar lo tomo Leonel Moreira.
Volvimos a la presión de los Estadios Unidos. Y la Sele a recuperar la pelota. Eso sí, la decisión de colocar a Venegas sobre la banda para adelantar a Ruiz, le daba un poquito de mayor posesión de balón y al tiempo que ganaba marca, desahogaba al capitán nacional, súper sacrificado en la marca en la primera parte.
Y al Capi le quedó una. Robó sensacional en el medio campo. Pero el recorrido hacia el marco de Steffen, lo dejó sin la opción de definir con ventaja en su pierna fuerte.
La velocidad de Estados Unidos constantemente no parecía tener un fácil control.
El 2-1: acierto y errores
Al minuto 16 llegó la anotación. La desafortunada acción de Fuller al no poder controlar un pase filtrado y posibilitar el pase a Weah el cual con remate potente sobrepasó a Moreira. Y sí, fue desafortunada la lesión de Navas.
Keylor Navas salió del juego por lesión
Finalmente, se anunciaba que se había decretado autogol del portero Nacional.
Corría el equipo costarricense para controlar el ataque constante de los norteamericanos. Ellos bajaron ligeramente el acelerador, al fin, estaban ganando el juego
A 6 del final Saborío, Waston y Bolaños
Un minuto después, al 85. Tiro libre. Bolaños al cobro. Era un opción. La pelota enredada entre las piernas de la defensa. Remate de Ruiz y el portero se la dejó.
Y después….después… ya las piernas estaban resentidas. Ya no alcanzaba para mucho. Casi ni para le juego directo en busca de Saborío, porque también las ideas estaban nubladas por el cansancio. Se había corrido durante 90 minutos.
Waston, Bolaños y Saborío llegaron juntos al juego ¿Llegaron tarde?
Fue un juego típico de eliminatoria. Habrá mil opiniones. De nuestra parte, se valora la entrega de la Nacional. La admiración por quienes no saben decir que no y siempre…siempre lo darán todo por la camiseta tricolor, por el blanco, azul y rojo.
¿Romántico? ¡¡¡Romántico yo!!! Todo mi respeto para vos. Tu opinión es valiosa, pero no convincente. La Selección pudo cosechar. Hoy digo, hay más esperanza que antes de comenzar la eliminatoria. ¡Guardá el link!!! Acordate de esto. Tal vez al final, te acordarás de mí, hermano.