Un solitario y súper agónico gol al cierre del segundo tiempo extra, clasificó a San Carlos en fútbol masculino a los Cuartos de Final de los Juegos Deportivos Nacionales. La serie a un solo partido se disputó en el Estadio Municipal de Cañas, sede neutral para ambos equipos, según lo establece la reglamentación para estas Justas.
90 en cero
El equipo dirigido por Oscar Alegre jugó uno de sus encuentros de más baja producción ofensiva. De hecho, el equipo que mejores posibilidades tuvo para llegar a la anotación en tiempo regular, fue el equipo del cantón de Santa Cruz.
Las buenas intervenciones del portero Félix Torres impidieron que el equipo guanacasteco, sin ofrecer mucho en su accionar, lograra anotar y complicarle la serie al equipo llamado a pasar y «caminando» sobre los de la ciudad Folclórica.
San Carlos presentó un equipo con una mezcla de figuras que incluso ya han tenido oportunidad en Primera División como el caso de Andrey Soto. Junto a él, otros llamados a marcar diferencia, como Joseph Peraza de frecuente participación en Selección Nacional. No se puede decir que San Carlos logró verse superior al equipo santacruceño, salvo en la parte física, lo cual era absolutamente predecible, pues los norteños entrenan a diario y están compitiendo en los torneos de la UNAFUT.
Lo cierto, es que durante los 90 minutos ningún equipo tuvo la capacidad de anotar y finalmente, prevaleceria el 0-0 que obligó a los tiempos extras.
Más ofensivo
El técnico Oscar Alegre, consciente de que su equipo tenía más arresto físico, generó variantes para tratar de encimar con todo a su rival. El ingreso de Fabián Pérez y José Ignacio Hernández le aportó más verticalidad y se llegó «un poquito» más, sobre todo en los tiempos extras al arco guanacasteco.
Eso sí, debemos ser «sensatamente honestos»; las opciones creadas no fueron claras. El equipo rojo nunca logró descifrar el cerco defensivo del cuadro santacruceño y el gol, conforme transcurrían los minutos se hacía más esquivo.
¡Milagroso centro-remate!
Todo apuntaba a que se tendría que resolver la serie desde el punto de penal. Y ya se sabe lo que en esos casos ocurre. Durante la transmisión decíamos que podría ser en una jugada de «bola muerta» donde se produjera una buena opción. Llegó un tiro libre para Fabián Pérez y… no se pudo determinar que intentó. Se fue desviada. El perfil no era para él.
Sobre los 120 se vino una falta en la zona defensiva izquierda de Santa Cruz. Al cobro Geison Castro. ¿Quién la meterá? ¡Un buen cabeceador! Y llegó el espíritu de «alguna oración fervorosa». Eso debe haber sido.
Castro lanzó un centro. Entre el punto de penal y el portero, ahí rebotó la pelota. Y nadie…nadie atinó a rechazarla. El portero «paralizado» en su marco. Rebotó y se metió en el ángulo. ¿Quién la tocó? ¡Nadie! Se metió sola la bola. Impulsada por el golpe original del centro y por aquella…»oración fervorosa que algún devoto…o alguna devota madre…hizo» . San Carlos 1-0 Santa Cruz.
